T-MEC y Nearshoring: Nuevas reglas laborales y ambientales para México
- Rodolfo Magallón

- 24 oct
- 3 Min. de lectura
El nearshoring es la estrategia con la que una empresa busca mover parte de su producción para estar más cerca de su destino final. Tras la disrupción que provocó la pandemia, las compañías buscan cadenas de producción más cortas y resilientes, que sean capaces de mantenerse en operaciones siempre.
La entrada en vigor del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) y el auge del fenómeno conocido como nearshoring han transformado profundamente el entorno económico y regulatorio en México.
Lo que antes era un simple acuerdo comercial, hoy es una poderosa herramienta que integra cadenas de valor, atrae inversión extranjera y, al mismo tiempo, endurece el cumplimiento laboral y ambiental.

T-MEC y el impulso al nearshoring
El T-MEC sustituyó al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) en julio de 2020. Este tratado moderniza las reglas comerciales de América del Norte y da a las empresas un entorno más estable para invertir.
El nearshoring —la estrategia de trasladar operaciones a países cercanos al mercado objetivo ha hecho de México un destino privilegiado para empresas que buscan acercarse a Estados Unidos y Canadá, reducir costos logísticos y evitar riesgos geopolíticos. Gracias al T-MEC, las compañías que instalan plantas en México pueden exportar productos con preferencias arancelarias, siempre que cumplan reglas estrictas de origen y de cumplimiento normativo.
Obligaciones laborales: un cambio estructural
Una de las principales innovaciones del T-MEC está en su Capítulo 23 (Laboral), que incorpora obligaciones vinculantes sobre:
Libertad sindical y negociación colectiva.
Eliminación del trabajo forzoso e infantil.
No discriminación y condiciones laborales aceptables.
Prohibición de debilitar las leyes laborales para atraer inversión.
Para reforzar estos compromisos, se creó el Mecanismo Laboral de Respuesta Rápida (MLRR) —contenido en los Anexos 31-A y 31-B—, que permite a EE. UU. y Canadá presentar quejas contra empresas específicas si se vulneran derechos laborales en sitios de trabajo cubiertos por el tratado.
Principales obligaciones empresariales:
Permitir sindicatos libres y democráticos.
Garantizar procesos auténticos de negociación colectiva.
Cooperar en inspecciones y revisiones.
Cumplir con la Ley Federal del Trabajo, especialmente con las reformas de 2019.
Cuando se determina una “denegación de derechos”, el panel laboral puede ordenar sanciones comerciales, como la suspensión de beneficios arancelarios o el bloqueo de exportaciones de la instalación infractora.
Obligaciones ambientales: inversión con responsabilidad
El Capítulo 24 (Medio Ambiente) del T-MEC prohíbe que los países relajen sus normas ambientales para atraer inversiones. Entre las obligaciones destacadas se encuentran:
Aplicar efectivamente las leyes ambientales nacionales.
Proteger la biodiversidad y prevenir la contaminación.
Fomentar la transparencia y participación ciudadana.
Responder a denuncias mediante paneles de revisión ambiental.
Esto implica que el nearshoring no puede significar “trasladar contaminación” a México.
Las empresas extranjeras deben invertir en infraestructura ambiental y cumplimiento normativo si quieren operar bajo la cobertura del tratado.
El T-MEC y el nearshoring han elevado el nivel de exigencia jurídica en México.La apertura económica va de la mano de estándares laborales y ambientales internacionales estrictos, cuya inobservancia puede tener consecuencias económicas inmediatas.
Para las empresas: el cumplimiento legal es condición de mercado.
Para el Estado: aplicar la ley es una obligación internacional.
Para los abogados: surge un nuevo espacio de especialización, estrategia y litigio transfronterizo.
El impacto jurídico del T-MEC no es una nota al pie de la política comercial: es el corazón de la nueva etapa de integración económica de América del Norte.




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