top of page
Logo Magallon.webp
  • Facebook
  • Instagram
  • LinkedIn
  • X

La importancia de la materialidad en las operaciones empresariales

  • Foto del escritor: Rodolfo Magallón
    Rodolfo Magallón
  • 15 jul
  • 2 Min. de lectura

En el entorno fiscal actual, caracterizado por un creciente rigor en los procesos de fiscalización y una supervisión más estricta por parte de las autoridades tributarias, la adecuada materialización de las operaciones empresariales se ha consolidado como un elemento esencial para el cumplimiento normativo y la defensa jurídica de las compañías.


empresarial
La importancia de la materialidad en las operaciones empresariales

Contar con documentación robusta y verificable que respalde las transacciones realizadas no solo fortalece la transparencia y credibilidad de las operaciones comerciales, sino que también proporciona una base sólida para afrontar con mayor seguridad una revisión o auditoría por parte del Servicio de Administración Tributaria (SAT) u otras autoridades competentes.


Pero, ¿qué se entiende por materialidad en este contexto? Se trata del conjunto de documentos, evidencias y registros que acreditan de manera fehaciente y objetiva la existencia, contenido y ejecución de las operaciones o servicios realizados entre una empresa y sus clientes o proveedores.


Cabe destacar que, en la mayoría de los procedimientos de verificación fiscal, la autoridad se basa primordialmente en la información contenida en los Comprobantes Fiscales Digitales por Internet (CFDI). Por ello, resulta indispensable contar con una materialidad completa y congruente, que permita desvirtuar posibles señalamientos de operaciones inexistentes o simuladas.


Además, es fundamental que la naturaleza de la operación —es decir, el tipo de actividad económica reflejada en los CFDI— esté descrita con claridad y precisión. Una redacción ambigua o excesivamente genérica, especialmente en operaciones de alto valor, puede generar incertidumbre o incluso derivar en cuestionamientos por parte de la autoridad.


El soporte documental idóneo puede integrarse mediante contratos debidamente formalizados, estados de cuenta bancarios, intercambios de correos electrónicos, reportes de servicios, facturas, cotizaciones, bitácoras, fotografías u otros elementos probatorios que acrediten que lo señalado en el CFDI efectivamente ocurrió en la fecha, forma y términos declarados.


En suma, una estrategia de materialidad clara, ordenada y bien sustentada no solo contribuye al adecuado cumplimiento de las obligaciones fiscales, sino que representa una herramienta clave de defensa ante eventuales actos de fiscalización. Su correcta implementación permite a las empresas disminuir riesgos, asegurar la deducibilidad de sus operaciones y consolidar un entorno de certeza jurídica.

 
 
 

Comentarios


bottom of page